Durante la segunda mitad del mes de junio tendrán lugar diversas iniciativas en La Zarza  .

El Ayuntamiento de La Zarza  ,a través de la Delegación de Igualdad,  celebrará  a lo largo de esta quincena de junio,  una serie de acciones con el objetivo de sensibilizar, visibilizar y reivindicar a la población en general, los derechos de las personas LGTBI.

Según la concejala de Igualdad, Sara Jiménez “ Queremos concienciar, dar  visibilidad, reconocimiento y contribuir para construir una sociedad más justa, plural, solidaria y respetuosa con las diferencias, sean por razón de sexo, clase o status social, etnia, religión, orientación o identidad sexual».

El consistorio colgará ,como todos los años, la bandera LGTBI en el balcón del Ayuntamiento, además de poner a disposición de los vecinos que quieran, chapas pro-igualdad, que estarán en el Ayuntamiento, la biblioteca y el I.E.S. Además , se realizará una campaña de infografías y cartelería en los puntos informativos municipales.

Por otro lado, en colaboración con los alumnos del I.E.S Tierrablanca, se repintará un paso de peatones en la entrada del edificio, para mostrar la visibilidad del colectivo.

Ya el 30 de junio, se representará la obra de teatro “Querido Darío”, cuya dirección artística y producción artística está a cargo  del zarceño Javier Cerrato. La representación tendrá lugar a las 20:30h. en el Auditorio Municipal, y las entradas estarán disponibles en el consitorio a partir del 24 de junio y en taquilla, el mismo día de la representación.

La obra.

Querido Darío nace de la necesidad de hacer visible la historia, basada en he­chos reales, del chico extremeño de 28 años, que es acosado y condenado por un suceso que no le corresponde. Después de un largo tiempo intentando demostrar su inocencia, el final no pudo ser peor: acaba en prisión. En su lucha incansable por hacer ver una realidad que no le correspondía, entra en un lugar rodeado de internos machistas y homófobos donde decide escribir un diario. En él, las conversaciones consigo mismo eran de los más interesantes y, además, lo tomó como una vía de es­cape, un desahogo imprescindible para él, ya que todos los profesionales de Centro Penitenciario le recomendaron que no se mostrase tal y como era, es decir, ocultar su condición sexual porque podría correr peligro en su estancia en el Centro. Debía volver a encerrarse en ese armario, en esa celda donde tantos años de su vida tuvo que estar. En esta situación, el protagonista de este Querido Darío sufre una doble condena: la que la justicia le impuso por error y la que los profesionales del Centro Penitenciario le hicieron ver. Por este motivo queremos darle voz y visibilidad al co­lectivo LGTBIQ+ que siempre está desfavorecido en muchas situaciones de nuestras vidas.

 

El teatro social como fórmula para hacer ver que este tipo de historias y relatos son más común y habitual de lo que nos podemos imaginar y pensar, por eso Querido Darío, es una voz a la reivindicación de todas esas personas que tienen que escon­derse a modo de supervivencia, dejar de ser uno mismo, para agradar a esa sociedad que no tolera, que no respeta la forma de vida, los sentimientos y el amor.